A ver, entonces hemos quedado el Lunes para ir a una boda a fumar porros que se celebra en un cuartito que está sucio y a la vez está limpio y el Viernes tiramos pa una despedida que hay que ir con uniforme de Polanco a cambiarle los parches a unos altavoces mientras bebemos cubatas con cuidado de que no se derrame el pan de pueblo y manche Alemania de compromisos sociales. Yo creo que está claro, el sábado a las cinco.
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